El proyecto procura romper con las bases tradicionales de la educación, a través del reflejo de una nueva era antagónica a la anterior. LA RIGIDEZ, SOLEMNIDAD, JERARQUÍA Y UNIDAD, SE TRANSFORMAN EN VARIEDAD, ACEPTACIÓN, TRANSPARENCIA Y APERTURA.
Se comienzan a quebrar las bases originales.
Comienza a verse la punta del iceberg de una revolución educativa, que muestra las grietas de antiguas formas de pensar y de enseñar.
El campus materializa la explosión asi como las nuevas lógicas de la educación. Se focaliza en buscar el ambiente perfecto para desarrollar la creatividad, la innovación y el pensamiento disruptivo, abriendo el camino hacia nuevas posibilidades y experiencias.
El estudiante comienza recibiendo el conocimiento, continúa liberando su imaginación a través de ambientes estimulantes y relajantes, y culmina con la materialización de sus ideas de una forma distinta. La naturaleza, como factor fundamental para el bienestar, envuelve al proyecto de una forma dinamica, generando espacios de inspiración y de conexión.
El resultado final es la materialización arquitectónica del espíritu de la época actual, es decir, la simpleza cargada de complejidades.